Permíteme vida mía
aterrizar en esta tierra
dejar atrás mis intrépidos
vuelos
para descansar por
fin
sobre la tibieza de
mis afectos
con el tiempo por
dueño de mis días y mis noches;
trabajando sin apuros
con las ansias ya calmas
en el arte y la
conciencia de vivir.
Reflejándome en la
tranquilidad
caminando hasta en el
silencio
mi mundo recreado y
por hacer.
Ya esta bien de
pasiones sin futuro, corazón,
tengo un mar de anécdotas
por pintar y describir
ríos de pequeñas y
grandes luchas
aún por batallar en
esta tierra dolida pero mía
y volar se me torna
egoísta,
indiferente a
millones de realidades que pueden
ser mi realidad.
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